En el pasado, siempre me consideré una persona cobarde. Yo era la niña que sufría de ataques de pánico cuando me dejaban en la escuela. La que no escalaba árboles por miedo a caerme. La joven que tenía terror al tomar el volante y manejar en las autopistas por los primeros meses. La mujer que no empezaba nada por miedo a fracasar.
Pero al mirar atrás, puedo ver cómo a pesar de los miedos, he logrado hacer cosas que nunca imaginé. Fui la niña que completó tres grados escolares en un año, aun con ataques de pánico. La joven que empezó en la universidad a los 16 años. La mujer que compró un auto y lo manejó sola de Nebraska a Tampa. La que co-fundó una compañía de tecnología y la dejó en las manos capaces de su equipo.
Aunque el miedo parecía una parte integral de mí, en realidad era un sentimiento como cualquier otro. Una gran mentira del enemigo es hacerte creer que sentir miedo automáticamente te hace un cobarde. El problema no está en sentir ese miedo; el miedo se vuelve problema cuando lo haces parte de tu identidad.
Vas a Sentir Miedo. ¡Es Normal!
Nunca dejarás de sentir miedo antes de comenzar algo nuevo o tomar una decisión difícil. Si Dios te ha enviado a que hagas algo y esperas a que el miedo desvanezca, estarás esperando paralizado toda la vida.
No Fuiste Hecho Para Ser Cobarde
La Palabra nos dice en 2 Timoteo 1:7, “[p]orque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”
Dios no te hizo cobarde. ¡La cobardía no está en Su diseño para tu vida! El espíritu dado a nosotros los cristianos es de poder, amor, y dominio propio. Por medio de Él, podemos hacer todo acorde a Su voluntad.
Entonces, ¿Cómo Vencemos el Miedo?
El miedo se vence cuando obedeces a Dios, aun sintiendo temor. En nuestro caminar con Dios, Él nos pedirá que le obedezcamos de alguna manera u otra — muévete, deja eso, empieza aquello, ayuda a esa persona… Cuando pensamos en lo que nos pide, ahí entra el miedo. ¿Y si no puedo? ¿Y si fallo? ¿Y si rechaza mi ayuda?
Dios no te pedirá que hagas algo para lo que Él no te equipará. A veces pensamos que en el momento que Dios habla, no sentiremos miedo y vamos a poder hacerlo todo. Pero si fuese así, no necesitaríamos de Él; podríamos lograrlo con nuestras propias fuerzas.
Puede que no te sientes capaz, pero cada vez que des un paso adelante en fe y obediencia, Dios te dará el valor, la fuerza, y la capacidad para ese momento específico — ni más, ni menos.
So no, sentir miedo no te hace cobarde. ¡Te hace humano! No hagas el miedo parte de tu identidad. Habla con Dios esta noche, pídele que te muestre esas mentiras a las que te has aferrado, y entrégaselas. Haz de 2 Timoteo 1:7 tu lema – Dios no te dio espíritu de cobardía, si no de poder, amor, y dominio propio.
Dios te bendiga,
